ChatGPT representa un problema y una oportunidad para la educación
Es perfectamente posible educar a alguien con un profesor, pizarra, papel y lápiz. Esta es la única perspectiva que realmente importa: la del resultado. La mayoría de las críticas que leo sobre educación se centran en el método, no en la ejecución.
Van en una dirección más o menos así: «Es anticuado que haya un poseedor del conocimiento en un estrado y los estudiantes escuchando pasivamente», «Existen pantallas brillantes y opciones infinitas de medios, ¿por qué insistir en usar una pizarra negra?» o incluso «¿Para qué escribir si podemos escribir a máquina, memorizar si podemos buscar en Google?». Todas parten de la hipótesis de que nuestros niños y jóvenes desearían un estudio más divertido, emocionante, inmersivo y gamificado. Sin embargo, la enseñanza no es diversión, al igual que el trabajo no es ocio. Podemos hacer que el trabajo sea más divertido y el entorno de estudio sea mejor, pero ambos son fines en sí mismos, partes relevantes de la vida de cualquier persona. Y, por lo tanto, tienen resultados que deben medirse.
Existen diversos métodos de evaluación del desempeño en el trabajo. En las empresas modernas, el trabajo se mide por tareas, KPI o NPS. En cambio, en las escuelas, los alumnos son evaluados mediante exámenes mensuales y bimestrales. Pero en este momento del mundo, lo que importa es cómo hacer que nuestras escuelas sean más eficientes.
En este escenario, ChatGPT entra para ayudar en el día a día del profesor. Con esta herramienta, podemos dialogar con profundidad sobre cualquier tema, es un tutor paciente e informado. Está versado en infinitas áreas de conocimiento y es capaz de evaluar y sugerir enfoques diferentes. Como un espejo de nosotros mismos. En muchos casos, de lo mejor de nosotros.
Esto es un problema y una oportunidad para la educación. Es un problema porque el sistema educativo tradicional, en el que el profesor es responsable de todo el conocimiento, funciona bien en muchos casos. Sin embargo, también es un sistema frágil, ya que depende de cosas que no siempre se pueden garantizar: la habilidad y la preparación del profesor, las condiciones en las que trabaja, la capacidad de aprendizaje y la realidad social de cada alumno.
Por otro lado, esta situación también es una oportunidad para mejorar la educación. Con nuevos enfoques y tecnologías, podemos encontrar formas de superar estos desafíos y hacer que la enseñanza sea más eficiente y accesible para todos. Trabajando juntos y explorando alternativas, podemos transformar la educación en algo aún más poderoso e impactante.
La inteligencia artificial existe para ampliar y extender el potencial humano
Lo que ChatGPT permite es derribar el imperio secular de la mediocridad. Con él, finalmente podemos preguntar, «Oye, alumno, ¿qué es bueno para ti? La inteligencia artificial existe para ampliar y extender el potencial humano, no estoy sugiriendo la abolición del papel del profesor, al contrario, la IA otorgará superpoderes a los profesores. Será un factor de liberación para el educador.
Si queremos mantener la parte esencial de la enseñanza, que es la convivencia en el aula y hacer el aprendizaje más poderoso, aquí hay algunas sugerencias simples para comenzar esta conversación:
- Que los mejores maestros en cada materia graben videos explicando el contenido en el que se destacan (porque los profesores son humanos y no pueden ser buenos en todo);
- Que ChatGPT, en una versión controlada (sí, es posible, lo afirmo), refuerce el aprendizaje, pase y corrija ejercicios;
- Y así, los profesores en el aula podrán concentrarse en promover la convivencia social, profundizar en los temas, responder preguntas complejas, evaluar y corregir el rumbo de los estudios de cada alumno, según la necesidad específica de cada uno.
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Es necesario abrir el aula a la inteligencia artificial, sin prejuicios. Para tener una educación que valore profundamente las 4Cs: pensamiento crítico, creatividad, colaboración y comunicación. Después de todo, eso es lo que cada uno de nosotros necesita, y también nuestros hijos y nietos, para crear un mundo más educado, más inteligente y humano.
(*) Alex Winetzki es el CEO de Woopi y director de I+D de Stefanini Group, una referencia en soluciones digitales.
