Para entender este concepto del cual cada vez escuchamos más, empezaremos por entender qué es la innovación y sus diferentes tipos.
La palabra innovación – crear algo nuevo –, proviene etimológicamente del latín <<Innovatio>>, comprendida por el prefijo in, “estar en”, “entre” o “adentro”, y novus, “nuevo”. El Diccionario de la Real Academia, la define como la “creación o modificación de un producto y su introducción en un mercado”.
La innovación, entonces, es el descubrimiento de algo, una forma nueva de hacer las cosas o una nueva manera de abordar una necesidad existente; puede surgir de manera casual o ser consecuencia de un proceso de investigación, experimentación y desarrollo.
Joseph Schumpeter, quien introdujo este concepto en la economía con su «teoría de las innovaciones», sugiere que la innovación es la clave del crecimiento económico.
Comúnmente se asocia la innovación a la tecnología o simplemente a la creatividad, sin embargo, ésta puede ser de diferentes ámbitos como procesos, enfoques, cultura organizacional, conceptos o el diseño.
Cuando se implementa algo nuevo que añade valor y que cuenta con una medición concreta de lo que aporta, eso lo podemos llamar innovación. Puede ser de dos tipos, dependiendo de su modo de surgimiento:
La ‘innovación abierta’ es un término propuesto por el profesor Henry Chesbrough en el 2003 en donde la explica como una estrategia mediante la que las empresas se relacionan y cooperan con su entorno y ecosistema.
Tradicionalmente las compañías emprenden procesos de innovación con los recursos de los que disponen, mismos que son, en muchas ocasiones limitados, como el tiempo, dinero o talento. Esta situación hace que tengan que centrarse en el resultado obtenido aun cuando no sea el óptimo y lograr el éxito en su implementación para justificar la inversión; esto sin duda limita la creatividad y aparición de nuevas oportunidades.
Por otro lado, el enfoque externo representa la consolidación de las ideas y el conocimiento desde los principales actores del proceso como socios de negocio, proveedores, clientes, universidades o institutos de investigación, estudiantes, empresas asociadas de otros sectores o industrias, consultores, entre otros.
Se da generalmente en las sesiones creativas para la búsqueda de ideas y en la fase de desarrollo del proceso de innovación. Poner esta metodología en práctica tiene grandes ventajas para las empresas y genera un gran impacto positivo en la organización y su cultura:
Con la llegada de la web 2.0, redes sociales y metodologías colaborativas tales como el Design Thinking, esta fase resulta ser la más sencilla, estos son tan solo algunos ejemplos para lograrla:
Crowdsourcing - A través del uso de plataformas existentes o de recursos propios, la comunidad genera, evalúa y desarrolla nuevas ideas.
A través del crecimiento de redes sociales expertas en determinadas áreas o temas, las posibilidades han crecido. Existen muchas plataformas de crowdsourcing económicas en donde las ideas se desarrollan y evalúan al mismo tiempo.
Talleres - Con expertos como clientes, proveedores o investigadores para desarrollar nuevas ideas. A través del contacto con ellos, podemos lograr un entendimiento claro sobre sus necesidades, problemas, expectativas y experiencias.
Estas sesiones deben realizarse regularmente como parte de las actividades de los desarrolladores de productos, con el fin de desarrollar un panorama amplio del cliente y el mercado.
Hackathon – Es una combinación de las palabras "hack" y "marathon", en donde hack se refiere a una solución experimental y creativa y marathon significa la duración del evento. Este tipo de eventos se originaron en el desarrollo de software, pero ahora también se aplican con éxito en otras áreas para desarrollar soluciones innovadoras.
Un hackathon dura entre 24 y 48 horas y está dedicado a un tema o reto específico. Los participantes trabajan en pequeños grupos en un entorno que incentiva el pensamiento creativo y conduce a nuevos conceptos, ideas y prototipos. El resultado es un prototipo terminado para un producto, servicio o modelo de negocio innovador.
Al establecer nuestra empresa bajo los preceptos de ‘Open Innovation’ siempre estará llena de ideas nuevas, tecnología y competencias que pueden aportar activos valiosos para la empresa. A través de la cooperación con clientes y especialistas externos que se integren como Co-Creadores, el grado de innovación y la calidad aumentan significativamente y nos permiten encontrar a los mejores de cada industria.
Empresas como Lego, Facebook, Santander, Samsung y Mozilla tienen hoy grandes experiencias como resultado de la implementación de estos procesos.
Stefanini, por otro lado, cuenta con diferentes áreas especializadas en el desarrollo de estos procesos en las diferentes fases y áreas de tu empresa… tecnología, marketing, seguridad, consultoría y todo lo que necesitas para iniciar este proceso de la mano de expertos que te ayudarán en todo momento.
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