Chilenos y medicina digital
La pandemia llegó a cambiar la rutina y vida de todos, obligando a la sociedad mundial a aferrarse a lo digital como forma de llevar una nueva normalidad cotidiana, desde realizar compras hasta comunicarse con seres queridos para combatir la soledad y algo tan básico como la atención de salud.
De acuerdo a una encuesta realizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), durante solo el primer semestre de pandemia en el mundo –entre marzo y junio de 2020– el 90% de los países registraron suspensiones en los servicios de salud esenciales. Sin embargo, a medida que fueron aumentando los casos de contagio de Covid-19, y con ello la limitación en la atención presencial en centros médicos, los países se vieron forzados a avanzar rápidamente hacia las prestaciones por medio del uso de la digitalización.
“La pandemia llegó a acelerar la salud digital, la atención mediante telemedicina, la prescripción de recetas electrónicas, reserva de hora online, periféricos externos con sensores para un mejor diagnóstico, atención totalmente omincanal… la medicina demostró que todo es posible”, afirma Sergio Araya, Digital Business Manager en Stefanini Group, multinacional que ofrece soluciones tecnológicas y consultoría para la transformación digital.
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Según la OCDE, los países que hacían uso de una estrategia o política sobre la medicina digital, antes de la pandemia, se han adelantado al facilitar a proveedores y pacientes el uso de las consultas a distancia creando nuevas plataformas de atención. El resto de las naciones han tenido que reaccionar frente a la emergencia habilitando instancias para la integración de herramientas virtuales.
“La tecnología contribuye en muchos ámbitos – si es que no en todos – de nuestra vida, pero en la salud los beneficios son innumerables: desde el desarrollo de I+D en los centros de innovación e investigación médica, mejoras en la experiencia tanto para usuario/paciente como para médicos, ahorro de tiempo y traslado, hasta en una atención más eficaz para el paciente”, señala el experto.
Desde hace algunos años se ha instaurado el tema de la transformación digital a nivel país y, a causa del estallido social en Chile y posteriormente por la pandemia, ha sido inevitable en la economía o formas de trabajar pero, ¿estábamos preparados los chilenos para la aplicación de la medicina digital?
Si bien existía a medias desde hace un tiempo, muchos preferían la forma tradicional de reserva de horas telefónicamente y la atención presencial, lo que generaba más de alguna complicación y gasto adicional para las personas que debían viajar de una región a otra para ser atendidos por un médico. Como menciona Araya, “además de contar con la tecnología necesaria se necesita un completo cambio de mindset a nivel cultural, es decir, generar la confianza real de que la consulta online es igual o más efectiva que la presencial”.
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De acuerdo al ejecutivo, “en la actualidad vivimos en entornos VICA (volátiles, inciertos, cambiantes y ambiguos), donde tenemos la terea constante de innovar para satisfacer necesidades y aplicar nuevas metodologías. Tenemos que realizar cambios profundos que nos ayuden a solucionar los problemas con cierta habilidad”. Pero para ello se hace necesaria la inversión en distintas herramientas tecnológicas para generar confianza en la sociedad. “Los privados han entendido esto por lo que están ocupando nuevas formas de atención por medio de la inversión, desarrollo e innovación, brindando a sus pacientes numerosos beneficios. Lamentablmente el sector público está algo atrasado porque no se apuesta por un cambio cultural sobre la transformación digital que implica la Healt-Tech”, concluye Araya.