Agile 2.0, soluciones eficientes

Las empresas con la transformación digital se enfrentan a la rapidez con la que cambia el mercado, por lo cual deben encontrar nuevas metodologías que les ayuden a enfrentar los desafíos y ganar valor en un time to market, que cada vez es más veloz. El éxito de muchas de las plataformas digitales, que marcaron un hito en innovación, se olvidaron de la estructura tradicional para desarrollarse con una cultura ágil y equipos colaborativos.

Esta cultura nace de la observación de equipos de alto desempeño y el análisis de sus comportamientos, se pudieron identificar las causas que hacen más efectivo y eficiente el trabajo de los mismos, lo cual proporciona velocidad y valor a las entregas.

Si bien, las resoluciones no son instantáneas, se puede agilizar el proceso cuando se utilizan ciclos cortos auto inducidos enfocados en cuestionamientos constantes, al tener entregas de forma pronta, la retroalimentación será más rápida para descartar o continuar con esa solución.

Además, el enfoque que se centra en los clientes da una gran ventaja para el desarrollo de soluciones ya que, desde esta perspectiva, la creación de nuevos productos o nuevas respuestas es más sencillo porque la resolución la da el usuario final.

Metodologías Agiles

Existen diferentes métodos que impulsan la cultura ágil y el trabajo colaborativo, cada una se enfoca en diversos temas:

Design Thinking:

un proceso creativo, basado en el diseño como herramienta, que considera todo tipo de pre-concepciones para aportar soluciones al modelo de negocio, delimitar el target, entender sus motivaciones y generar empatía.

DevOps:

se basa en la colaboración, comunicación e integración para diversos modelos de negocio, genera ciclos de integración continua, donde se garantiza el valor agregado a partir del desarrollo y pruebas integradas en las actividades.

Kanban:

Es un formato de framework agile que permite optimizar flujos de trabajo recurrentes y que requieren diferentes prioridades de atención permanente.

Lean Start-Up:

Se utiliza para pasar de proyecto a empresa poniendo el foco en las necesidades del cliente, contando con su retroalimentación y modificar el producto hasta desarrollar la versión final.

Scrum:

Es un desarrollo del producto incremental, a diferencia de otros métodos tradicionales donde primero se realiza la planificación completa, para su posterior ejecución. El trabajo se basa en grupos auto-organizados. Las fases  interactúan y se revisan constantemente.

Cada una de ellas tienen 3 principios: inspección, adaptación y transparencia, todas se observan en la forma de trabajo de los equipos y las tácticas que usan, para que empiecen una auto-evaluación de resultados para adaptarse y ajustarse con la retroalimentación del cliente.

Las ventajas del agilismo o Agile

En la actualidad, las empresas que tienen estructuras menos rígidas son más competitivas, ya que tienden a adaptarse con mayor velocidad y son más flexibles. Las metodologías ágiles son principios, valores y modelos mentales que las dotan de lo necesario para que se adapten a los requerimientos actuales y del futuro.

  • Anticipación: con procesos ágiles podrán vislumbrar las necesidades y cambios del mercado antes que la competencia.
  • Reducción de riesgos: al realizar una inspección constante se detectan en el camino a medida que avanzan los equipos.
  • Innovación: al tener revisiones continuas de las soluciones, las entregas finales pueden agregar valor a las empresas y responder de mejor manera a sus necesidades.

Manifiesto ágil

El secreto del Agile se basa en estos principios para alcanzar esta forma de desarrollar proyectos y se rige por 12 puntos que pueden ser parte de una guía para quienes quieren continuar en este camino:

  1. Satisfacer al cliente: entregas tempranas y continuas que agreguen valor a su mercado.
  2. El cambio es la única constante: los requisitos pueden modificarse, sin importar la etapa de desarrollo, ya que estos crean ventajas en la entrega final.
  3. Entrega funcional frecuentemente: el período de entrega es de dos semanas y dos meses, con preferencia por los lapsos de tiempo más cortos posibles.
  4. Trabajo colaborativo: Los responsables de negocio y los desarrolladores se reúnen de forma cotidiana durante todo el proyecto
  5. Motivación: los proyectos se desarrollan en torno a individuos motivados. Hay que darles lo necesario y confiarles la ejecución.
  6. Comunicación directa: al equipo de desarrollo y sus miembros.
  7. Operatividad: el software funcionando es la medida principal de progreso.
  8. Desarrollo sostenible: los promotores, desarrolladores y usuarios debemos ser capaces de mantener un ritmo constante de forma indefinida.
  9. Excelencia técnica: la atención continua a la calidad de cada entrega.
  10. Simplicidad: se gestiona y entrega de manera simple.
  11. Equipos auto-organizados: la gente trabaja mejor cuando se siente respetada y están autorizados para decidir cómo funcionar.
  12. Intervalos regulares: el equipo reflexiona sobre cómo ser más efectivo para ajustar y perfeccionar su comportamiento en consecuencia.
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